lunes, 24 de diciembre de 2012

Soprano, un reloj de pulsera hecho para tentar a los ángeles del cielo



Suena a coro de ángeles y luce como una obra del diablo hecha para tentarnos, así de sublime e impresionante es la más reciente creación de la casa de relojería de Christophe Claret, el reloj de  pulsera Soprano. Con un precio que supera los US$ 504 mil, esta pieza de tiempo enamora hasta al más escéptico, existiendo solo dos modelos a escoger, ambos creados con metales preciosos y titanio, que en el caso en particular de la caja, generan una excelsa conservación de los sonidos graves y potentes de las campanadas, entregándonos así la resonancia perfecta. El modelo de oro  rosa y titanio cuenta con oro rosa 5N (incluyendo la corona y el cierre) con PVD gris antracita, agujas de espinela negra y el mismo PVD, índice de horas y minutos pulidos, correa de piel de lagarto  negra y costuras del mismo color, en una serie limitada de 8 modelos.

Por su parte, el modelo de oro gris y titanio nos muestra oro gris (incluyendo corona y cierre) con PVD gris antracita, agujas de rubí rojo o espinela azul (a escoger) y PVD negro, índices de horas y minutos pulidos y correa de piel de lagarto con costuras azules o rojas a elegir, cuya serie limitada es también de 8 modelos. En cuestión estética, estas bellezas carecen de bisel y cuentan con una  esfera de zafiro ahumado (permitiendo una perfecta ‘visualización de los timbres’), cubierta por un cristal fabricado en el mismo material; el nombre de la marca está grabado arriba de las 12 horas y  el sello ‘Swiss Made’ en las 6.

La caja que cubre el corazón del divo mecánico es de 45 mm, y protege a este hasta alcanzar los 30 m (3 ATM) de profundidad acuática. Sobre su movimiento y mecánica, esta pieza representa la fusión perfecta entre 450 componentes, 39 rubíes, un sistema tourbillon de 60 segundos (sostenido por un puente escalonado y un calado de estilo Charles X), y una repetición de minutos que nos deleita con melodías angelicales, reproducidas por su sistema de campanadas Westminster (cuatro timbres catedral patentados e igual cantidad de martillos), todo lo cual nos permite tener el placer de gozar de  esta pieza creada con detalles únicos y elegantes.

Un sistema de cuerdas manual y una reserva de marcha de 72 horas completan el sistema de movimiento y la excelente combinación de complejidad técnica, calidad musical y una estética soberbiamente pulcra e impresionante. Por supuesto, todas las piezas son fabricadas en la misma casa relojera y el resultado final es personalmente comprobado por el mismísimo Christophe Claret,  toda una institución en esta materia. La recomendación del día es no dejarlo ir si tiene uno en sus manos… verdaderamente es una joya sin igual.

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